Exploremos el mundo de las garrapatas, esos parásitos externos que, con mayor frecuencia de lo que imaginamos, afectan la salud de nuestros perros, gatos y, potencialmente, también la nuestra.
Las garrapatas son parásitos externos que se alimentan de la sangre de los animales, y por ello se les considera ectoparásitos hematófagos.
Las garrapatas se encuentran en la mayoría de las regiones del mundo, aunque su presencia varía según el clima y la ubicación geográfica. Nuestras mascotas pueden ser afectadas por las garrapatas de los géneros Rhipicephalus spp., Ixodes spp., y Dermacentor spp.
Sin embargo, la verdadera importancia de estos parásitos es su capacidad de transmitir agentes infecciosos que pueden provocar enfermedades tanto en mascotas como en seres humanos, a las cuales se les denomina zoonosis. Algunos ejemplos de estas enfermedades son:
- Ehrlichiosis: causada por Ehrlichia canis.
- Anaplasmosis*: causada por Anaplasma platys.
- Rickettsiosis (fiebre manchada)*: causada por Rickettsia spp.
- Babesiosis*: causada por Babesia spp.
- Enfermedad de Lyme*: causada por Borrelia burgdorferi.
¿Cuáles son las diferentes fases del ciclo biológico de la garrapata?
El ciclo biológico de estos parásitos se divide en 4 fases (huevo, larva, ninfa y adulto) y requiere, casi siempre, de tres hospedadores diferentes, es decir, a tres animales distintos. Las larvas, ninfas y adultos suelen preferir alimentarse de varios hospedadores. Dependiendo de la especie y del clima, pueden completar su ciclo estando en el exterior de nuestras casas, o como las garrapatas del género Rhipicephalus spp., hacerlo al interior de los hogares “refugiándose” donde tienen más cerca a sus hospedadores.
Después de alimentarse del hospedador, la hembra adulta de la garrapata se adhiere a la zona externa del cuerpo del animal y, antes de poner huevos, cae al suelo. En el ambiente, una vez que ha realizado la puesta, la hembra adulta muere.
Después de la eclosión de los huevos, aparecen las larvas de garrapatas. Estas larvas parasitarán al primer hospedador de los tres que necesitan, para alimentarse de él. Una vez que las larvas han completado su desarrollo en el hospedador, regresan al ambiente y se transforman en ninfas.
Luego, estas ninfas parasitarán al siguiente hospedador. Una vez que han alcanzado su desarrollo completo, volverán a caer al entorno para transformarse en garrapatas adultas. Mientras pasan la mayor parte de su tiempo fuera del hospedador, las garrapatas adultas buscarán un nuevo animal (el tercero) para alimentarse.
Mientras se alimentan de la sangre de cada hospedador, las garrapatas entran en contacto con distintos agentes patógenos que luego irán transmitiendo a los hospedadores posteriores a través de su saliva.
Tratamiento y prevención de las garrapatas
Las garrapatas adultas son fácilmente visibles y deben ser retiradas de forma inmediata para reducir el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas. Aunque pueden encontrarse en cualquier parte del cuerpo de tu mascota, las garrapatas tienen una predilección por las zonas con menos pelo, como son la cara, orejas, axilas, espacios entre los dedos, región inguinal y perianal.
Prevenir es proteger a tus mascotas, y en la lucha contra las enfermedades transmitidas por garrapatas, la mejor defensa es evitar su picadura.
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*Especies o enfermedades no presentes en Chile.